Read with BonusRead with Bonus

32. De una manera no imbécil

32. De una manera no idiota

Videollamada de Ceasar.

Mi corazón salta en mi pecho al ver su nombre parpadeando en mi pantalla. Sin tener ninguna conversación con mi cerebro, acepto la llamada.

Mi corazón late como loco cuando el rostro de mil millones de dólares de Ceasar se materializa en m...