Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ochenta y tres

Eran casi las nueve cuando ella tomó su teléfono para hacer su llamada semanal a James. Había adquirido la costumbre de llamarlo por la noche, para que cuando terminaran pudiera acurrucarse en la cama y fingir que Asher había escuchado cada palabra. Que le importaba y que le estaba matando estar tan...