Read with BonusRead with Bonus

Capítulo treinta y seis

El parabrisas y las ventanas seguían intactos. Sin embargo, la parte delantera se veía bastante mal, toda torcida y arrugada.

Asher alcanzó su bolsa de aire desinflada y trató de encender el coche.

O al menos lo intentó. Todo lo que logró fue un clic, después del cual los faros se apagaron.

El bl...