Read with BonusRead with Bonus

Capítulo treinta y cinco

—No —dijo ella. Hablaba suavemente. Sin animosidad, pero con lo que a él le parecía una tristeza profunda e infinita—. Por favor. ¿Podemos ir al apartamento? No podría soportar volver allí ahora.

Él consideró sugerir que se quedaran en el motel detrás del restaurante para esperar a que pasara la to...