Read with BonusRead with Bonus

Treinta

Blade corría por el bosque, su nariz captando todos los olores que pasaban por su vista. Los olores de hojas, árboles, plantas, flores y pájaros que cantaban en los árboles.

¡Se detuvo! Percibiendo el suave rastro del olor de su compañera. No debía haber corrido tan lejos, era una licántropa débil ...