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LXIX

LXIX

Subimos juntos en el ascensor. Cam me empujaba y me pinchaba, mientras hacía caras de "enamorado". Por mi parte, no le di la satisfacción de sonreír y seguirle el juego, o nunca se detendría.

—¡Kennedy y Lisa, sentados en un árbol, B.E.S.Á.N.D.O.S.E!

Casi me río con eso, así que me mordí el ...