Read with BonusRead with Bonus

LXVI

LXVI

La pregunta pareció quedar suspendida en el aire entre nosotros durante un minuto. Nos miramos el uno al otro, el aire chisporroteando con tensión sexual, cada respiración que tomábamos apestaba a lujuria. Incluso un ciego podría sentir la densidad de los hilos que nos atraían sexualmente.

Ni...