Read with BonusRead with Bonus

LII

LII

Cam tuvo que sacarme de la oficina de admisiones antes de que pudiera anotar su número de teléfono o su dirección. No podía dejar de mover las piernas mientras conducíamos a casa, no podía contener mi emoción.

—¿Puedes creerlo? Estuvo justo bajo nuestras narices todo este tiempo —le digo a Cam...