Read with BonusRead with Bonus

XLII

XLII

Adam se rió mientras estábamos a dos pulgadas de distancia. Su aliento mentolado me acariciaba la cara mientras hablaba.

—¿Debería preguntar o me lo vas a decir tú misma?

Me quedé allí, moviéndome incómodamente de un pie al otro. Sabía que empezaba a llegar tarde.

—¿Quieres que adivine? —in...