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CAPÍTULO CINCUENTA Y OCHO

El viaje con Mabel y Ben fue terriblemente silencioso. Ben tenía una expresión seria en su rostro, Mabel no se atrevía a decir una palabra. Conocía demasiado bien esa cara. Era el lado de Ben que nunca mostraba a Lia, pero era el desayuno diario de Mabel.

Mabel observaba las calles concurridas con ...