Read with BonusRead with Bonus

Capítulo treinta y dos

Greyson

Gen repasa todo conmigo de camino de vuelta al apartamento, y mis manos están tan apretadas al volante que mis nudillos están blancos.

Si Gen no estuviera aquí, habría dado la vuelta al coche y habría ido directamente a su casa. Sabía que era una serpiente, pero no pensé que pudiera hu...