Read with BonusRead with Bonus

Capítulo treinta y seis: Atrapado con las manos en la masa

Estaba jodidamente furiosa. ¿Qué demonios le pasa a ese hombre? Me sigues diciendo que soy tu compañera, y ahí está él, sonriendo y riendo con varias cambiantes muy atractivas. Esto era lo último que esperaba.

Mi semana iba bien, y el trabajo había comenzado de maravilla. Estaba aprendiendo y emoci...