Capítulo 5
POV de Aurora
El despertador me sacó del sueño, haciéndome gemir de molestia. Apenas dormí anoche pensando en Blake y en esa chica que ahora sé que se llama Tanya. No entendía qué me pasaba. Cuando vi a Blake con Tanya, sentí como si mi corazón se rompiera. Como si me estuviera traicionando al estar con ella. No tenía sentido que reaccionara así porque ni siquiera lo conocía.
Me levanté de la cama y fui al baño a ducharme. Una vez que terminé de ducharme, me puse un vestido azul de verano, me arreglé el cabello y me cepillé los dientes. Luego salí del baño, agarré mi bolso y mi mochila, y salí de mi habitación. John estaba en la cocina comiendo cereal. Decidí hacerme un tazón de cereal porque aún no habíamos ido a hacer la compra.
—¿Te sientes mejor hoy? —preguntó John.
—Sí —mentí. Todavía sentía un ligero dolor en el pecho y no podía dejar de pensar en Blake. Sentía que era lo único en lo que pensaba desde que lo conocí en el baño con Tanya. John y yo salimos de la casa y nos dirigimos a su coche para que pudiera llevarme a la escuela.
—Hola, Aurora —escuché decir a Brandy antes de subir al coche de John. Me di la vuelta y vi a Blake de pie junto a Brandy. No pude evitar pensar en lo atractivo que se veía con sus jeans y una camiseta negra que no ocultaba en absoluto su pecho musculoso.
—Buenos días, Aurora —dijo Blake. Levanté la vista para verlo sonriéndome con suficiencia. Sabía que me había atrapado mirándolo.
—Hola —dije, sabiendo que mis mejillas estaban rojas como un tomate.
—Me preguntaba si querías ir con nosotros a la escuela —preguntó Brandy.
—No es necesario. Estaba a punto de llevar a mi hermana a la escuela —dijo John.
—Pero tienes que llegar temprano al trabajo hoy, ¿recuerdas? No querrás llegar tarde —dijo Blake, y no me pasó desapercibida la forma en que John fulminó a Blake con la mirada.
—Iré con ellos —dije.
—¿Estás segura? Aún podría llevarte —preguntó John.
—Sí, estoy segura —respondí.
—Está bien, te recogeré más tarde —dijo John.
—Olvidé decirte que necesito que trabajes una hora más tarde hoy. Pero no te preocupes, yo llevaré a Aurora a casa —dijo Blake, y John dejó escapar un suspiro molesto antes de mirarme.
—¿Estás bien con ir a casa con él? —preguntó John. Pude escuchar la preocupación en su voz.
—Sí, estaré bien —respondí.
—Está bien, pero si me necesitas, llama —dijo John.
—Está bien, adiós, hermano —dije.
—Adiós, pequeña —dijo John y luego miró a Blake—. Cuida de ella.
—Por supuesto —dijo Blake, y luego Blake, Brandy y yo nos dirigimos al coche de Blake.
—Puedes sentarte adelante —dijo Brandy cuando estaba a punto de subir al asiento trasero.
—No me importa sentarme atrás —respondí.
—Insisto. No me gusta sentarme en el asiento delantero de todos modos —dijo ella.
—Está bien —dije y luego me senté en el asiento del pasajero. Brandy se sentó en el asiento trasero mientras Blake se ponía al volante y comenzaba a conducir hacia la escuela.
—¿Te sientes mejor hoy? —preguntó Blake.
—Sí —respondí.
—Eso es bueno. Quería decirte que lamento cómo nos conocimos —dijo Blake.
—No tienes que disculparte. Tanya es tu novia —dije.
—Ya no —dijo él.
—¿Qué quieres decir? —pregunté.
—Rompimos —dijo.
Estaba confundida porque justo ayer habían estado teniendo sexo en el baño de chicas, y ahora ya no estaban juntos. También me alegraba saber que ya no estaba con ella.
—Lo siento —mentí.
—¿De verdad? —preguntó.
—Sí, quiero decir, debiste haberla querido mucho —dije.
—No realmente. Íbamos a romper eventualmente. Sabía que ella no era la indicada para mí —dijo.
—Entonces, ¿por qué estabas con ella? —pregunté, y él guardó silencio por un momento antes de responder.
—Para ser honesto, no lo sé —dijo, y me reí.
No le creía. Sabía exactamente por qué estaba con ella, lo que me hizo sentir un dolor en el pecho.
—¿Qué? —preguntó.
—No te creo —dije.
—¿Por qué?
—Porque sé que estabas con ella porque te dejaba follar, y sé que lo disfrutabas —dije, sintiéndome enojada. ¿Por qué me sentía enojada?
—Aurora —dijo suavemente, pero rápidamente salí del coche. No quería escuchar ninguna de sus excusas. Estaba enojada porque se había acostado con Tanya, y estaba segura de que no era la única. Me dirigí a la escuela y comencé a buscar mi casillero.
—Aurora, espera —dijo Brandy. Me di la vuelta y la vi corriendo hacia mí. Había olvidado por completo que ella estaba en el coche con Blake y conmigo.
—Hola, Brandy —dije, todavía molesta.
—Hola, ¿estás bien? Pude notar que estabas molesta en el coche —dijo Brandy.
—¿Lo viste? —pregunté.
—Sí, estaba en el asiento trasero —dijo Brandy y se rió.
—Lo siento. No sé qué me pasó, y sé que él es tu hermano —dije.
—No te preocupes. Hiciste bien en ponerlo en su lugar. Se lo merecía después de lo que hizo —dijo ella.
—¿Qué quieres decir? —pregunté. Sí, lo había atrapado teniendo sexo en el baño con otra chica, pero no es como si estuviéramos saliendo. No tenía derecho a enfadarme con él de la manera en que lo hice.
—Olvídalo. Déjame ver tu horario. Sé que faltaste a la escuela ayer porque te desmayaste. Te mostraré tus clases —dijo Brandy, y le mostré mi horario. Me alegró saber que compartíamos algunas clases. También me dijo que teníamos el almuerzo juntas, y que Blake tenía nuestro mismo horario de almuerzo y clase de gimnasia.
Entré a mi primera clase y le entregué mi pase al profesor. Me asignó un asiento, y me senté esperando a que comenzara la clase. Los estudiantes empezaron a entrar al aula, y me sorprendí cuando vi a Tanya entrar y sentarse a un par de asientos de distancia de mí. No me pasó desapercibida la forma en que me fulminó con la mirada.