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Capítulo 40

Hubo un silencio por un momento. Luego, la fría voz de Oliver sonó.

—A Adeline le gustan tus ropas. ¿Cuánto cuestan? Yo pagaré.

El rostro de Melody cambió de enojo.

—Oliver, ¿cómo pudiste darle mi ropa sin pedir permiso? Te doy una hora para devolverla. ¡O te demandaré!

Colgó enojada. Después de...