Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 37

Mis ojos se abrieron de golpe y me senté recta.

—Frode, detén el coche —ordené.

Frode levantó una ceja en el espejo retrovisor, pero detuvo el coche. Me giré en mi asiento tratando de entender dónde estábamos.

—¿Dónde estamos? —No pude evitar que el pánico se reflejara en mi voz.

—A una hora al ...