Besos y bebés
Y entonces recuerdo que mi compañera tiene hambre, definitivamente no comió después de que desapareció.
Le tomo la mano y todos salimos de mi oficina hacia el enorme comedor. Afortunadamente, Jace ya había avisado al cocinero que tenemos una cachorra con nosotros que necesita ser alimentada.
Cuando entramos, el olor a panqueques calientes y jarabes nos invade. Mercedes suelta mi mano y corre hacia la mesa, claramente hambrienta. La llevo al asiento que ha estado vacío desde que me convertí en el Alfa de esta manada. La levanto y la coloco en el asiento de la Luna. Jace y el jefe guerrero observan con interés, conteniendo la respiración, pero no les presto atención en absoluto. Cuando me siento en mi silla en la cabecera de la mesa, tomo un plato y coloco un panqueque en él.
—Dime, Mercedes, ¿qué jarabe eliges para tu panqueque? Hay de fresa, caramelo y miel pura de abeja —le pregunto.
Encantada, mira el panqueque en el plato, creo que mi compañera es una verdadera amante de la comida.
—Miel, Zane. Mi madre siempre le pone mucho para mí —exclama entusiasmada.
Le pongo una cantidad generosa de miel en su panqueque y lo corto en secciones más pequeñas para ella. Cuando le doy un tenedor, inmediatamente empieza a comer.
—Gracias, Zane —dice un momento después con la boca llena.
También le sirvo un poco de jugo de naranja fresco.
—De nada, pequeña —le respondo.
Cuando sé que está cómoda, empiezo con mi propia porción.
—Zane, necesitamos hablar. Aquí está pasando algo más —escucho decir a Jace—. Empiezo a sospechar lo que es por el brillo en tu rostro.
Miro a mi Beta y al Jefe Guerrero y asiento. Una vez que me aseguro de que Mercedes está concentrada en su comida, me vuelvo hacia los dos en la mesa.
—Sí, ella es mi compañera destinada —confirmo sus sospechas—. Solo la Diosa Luna sabe por qué me emparejó con una cachorra, pero ya la amo y me aseguraré de que se quede en mi vida. Hasta que tenga la edad suficiente para tomar su lugar como la Luna de Midnight Moon —declaro con confianza.
Jace me mira pensativo.
—Sabes que el Alfa Ahri es estricto con los miembros de su manada —me recuerda—. Tendrás que ser muy convincente para hacerle creer que la cachorra te pertenece.
Sí, Jace tiene razón. Yo también soy consciente de eso. Ahri es definitivamente una figura sospechosa. No confía en nadie y si alguno de sus miembros se mete en problemas, incluso el Omega de menor rango, está listo para empezar una guerra. Y aquí tenemos a la hija de su Beta, sé que será difícil tener a mi compañera regularmente en mi manada. Pero no tendrá más remedio que permitirme estar cerca de ella, según las leyes de los lobos, los compañeros deben estar juntos. El único problema es que ella es menor de edad, así que no puedo reclamarla y traerla a mi manada. Hasta que tenga dieciocho años y me reconozca como su compañero, debe permanecer bajo la autoridad de Ahri.
—Zane, ¿cuántos años tienes entonces? ¿Y dónde están tu mamá y tu papá? —Mercedes vuelve a llamar mi atención.
—Tengo veinte, pequeña. Mis padres viven en el otro ala de la casa de la manada. Y tengo una hermana menor, Elise, el Jefe Guerrero aquí es su compañero —le informo—. ¿Sabes lo que es un compañero?
Sus grandes ojos redondos vuelven a mirarme directamente.
—Mi mamá y mi papá son compañeros. Se besan todo el día —dice con una sonrisa—. A menudo les pregunto por qué se besan tanto si solo han tenido un cachorro después de todo.
Jace y Cleo estallan en carcajadas ante sus palabras. Mercedes les lanza una mirada tímida.
—Pequeña, ¿quién te dijo que los compañeros tienen bebés besándose? Esa persona te mintió, tienes que confiar en mí —la molesta Jace, con hipo de tanto reír.
Una expresión seria aparece en el rostro de mi compañera.
—Los padres de Marco tienen cinco cachorros y también se besan todo el día. Marco dice que a menudo los ve sin ropa en la casa también —dice sabiamente.
Casi escupo el panqueque de mi boca. ¡Santo cielo! ¿Qué les pasa a esas personas que no cierran sus puertas cuando están en eso?
—¿Te mencionó eso? Tal vez sus padres se transforman en sus lobos en ese momento —sugiero. Si me encuentro con este Marco, tendré que enseñarle a no meterse en asuntos que conciernen a los adultos. Parece un listillo que quiere iniciar a mi compañera en secretos de dormitorio demasiado pronto.
—No, no, no, Zane —me reprende, sacudiendo la cabeza—. Todos se transforman fuera de la casa o en el bosque. Nunca en un dormitorio.
Ahora es Cleo quien no puede contenerse, baja la cabeza sobre la mesa del comedor para ocultar su risa. ¡Oh, Dios mío! Claramente no estoy listo para seguir la lógica de una adolescente. Y menos una que tiene un amigo entrometido como ejemplo.
Miro severamente a Cleo, que está luchando por recomponerse. Jace también tiene dificultades para mantener la cara seria.
En un intento frenético por cambiar de tema, coloco otro panqueque en el plato de Mercedes.
—¿Por qué no pruebas el jarabe de fresa esta vez?
Ella asiente y con eso, he logrado desviar su atención.
Después de comer todo, Mercedes comienza a bostezar. Obviamente, las últimas horas la han agotado bastante.
—¿Tienes sueño, pequeña? Espera, haré que mi hermana venga a recogerte. Ella te ayudará a bañarte y luego podrás descansar unas horas antes de que lleguen tus padres para llevarte a casa —digo.
Feliz, asiente con la cabeza en señal de acuerdo. Me comunico mentalmente con Elise para que se presente en el comedor.
—En camino, Alfa —responde de inmediato.
Cuando Elise entra al comedor, se dirige directamente a Mercedes.
—Cleo me dijo que hoy tenemos una hermosa invitada en la manada —dice sonriendo a mi compañera—. Hola, soy Elise. Este gran Alfa es mi hermano. Y tú debes ser la dulce Mercedes.
Mercedes asiente tímidamente, observando a Elise.
—¿Puedes bañarla y darle ropa limpia? Ponla en mi cama para que duerma. Pasó toda una tarde fuera de su manada. La alimentamos y ahora es hora de que descanse —le explico a mi hermana.
Elise le toma la mano y, como si se conocieran desde hace años, las dos salen del comedor charlando ligeramente.
Ahora es finalmente el momento de tener una discusión en profundidad sobre la situación con mi Beta y el Jefe Guerrero...