Su rey alfa prohibido

Capítulo 5 - Verdad innegable

** Mis ojos exploran con agudeza la profundidad del bosque, las mariposas están destrozando mi estómago de miedo, mi corazón late con fuerza contra mi caja torácica, como si estuviera a punto de explotar, es algo que nunca había sentido antes.

Corro, corro porque mi vida está en peligro, mi vida y la vida de mi bebé no nacido. Sensaciones indignas para mi especie están surgiendo dentro de mí, mi cuerpo está tenso en esa emoción llamada pánico, que fue creada para los débiles humanos.

Corro con velocidad inhumana, tan rápido como puedo, buscando un buen lugar para esconderme, las posibilidades de supervivencia son bajas. Me alcanzarán pronto, no voy a lograrlo, son demasiados y estoy sola.

Mi ritmo cardíaco está a toda marcha mientras corro contra todo pronóstico, mi vida depende de ello, conozco cada centímetro de este lugar, pero ellos también. Aullidos rompen el silencio del bosque, haciendo todo más intenso, los terribles ruidos se acercan.

¡Están aquí!

¡Los monstruos están aquí!

Lucho contra el impulso de gritar, mi respiración se queda atrapada en mi garganta, mi cuerpo cae al suelo en rendición.

Cierro los ojos y rezo por un milagro. Tal vez los dioses me perdonen a mí y a mi hijo.

Al menos a mi hijo… **

—¡Xander, haz algo al respecto, está teniendo esa pesadilla otra vez!

—Solo significa una cosa, amor. Ella está despertando. No está en mi poder detener esto, lo sabes.

Las voces perturbadas de mis padres penetran a través de este tipo de trance en el que estoy bloqueada, pues no estoy ni dormida ni consciente. No puedo reaccionar, pero soy consciente de mi entorno, si eso tiene algún sentido.

—¿Despertando? —logro murmurar en un tono bajo, abriendo mis pesados ojos.

El rostro de mi padre está nublado con algún tipo de implicación oculta mientras mira brevemente a mi madre.

—Quise decir 'despertando'. ¿El mismo sueño otra vez, dulce bebé? —pregunta, sus ojos iluminados con afecto e inquietud, mientras mi madre me envuelve en un abrazo de oso.

Mi respiración sigue siendo irregular, mis mejillas empapadas de lágrimas, tengo esta horrible pesadilla cada noche, una y otra vez, con muy pocos detalles que varían, ha estado repitiéndose en mi mente durante los últimos meses.

Una mujer perseguida por criaturas que no existen en nuestro mundo, esa mujer parece ser yo porque siento sus experiencias como propias, incluso si esto está más allá de los límites de lo posible. ¿No es así?

No puedo ser alguien que posea habilidades sobrenaturales como percepción visual aguda, velocidad supersónica, algún tipo de poder curativo y, además, alguien que es perseguido por bestias demoníacas, ¿verdad? Obviamente, eso es bastante imposible, solo soy Allaya, una humana básica.

Pero entonces, ¿por qué se siente tan real?

¿Y por qué me persiguen?

Quiero decir... a ella.

¿Qué pasará cuando la atrapen?

Siempre me despierto antes de saberlo, pero puede ser mejor no aprenderlo, mi corazón duele con solo la caza, y si llegan a matarla, no puedo concebir qué horribles sensaciones invadirían mi cuerpo.

—¡Estás toda sudada, princesa! ¡Ve, toma una ducha y cámbiate de ropa! —sugiere mi padre.

Entrecierro los ojos. —Esperen, ¿qué hacen ustedes dos aquí? ¿Cómo entraron?

—Alexis nos dejó entrar —responde él.

—¿Dónde está ella?

—Dijo que tenía que hacer unas compras, pero estoy seguro de que quería darnos espacio para hablar. Ha pasado una semana desde que te fuiste de casa. ¿De verdad estás tan decidida a vivir en los dormitorios?

—¿Elena les dijo por qué me fui en medio de la noche?

—No lo hizo. Encontré una nota en su mesa de noche esta mañana —mi madre extiende un pedazo de papel y yo lo tomo con reluctancia—. Me pregunto cuánto fallamos como padres para que ambas se fueran de casa sin decir una palabra —añadió, su voz teñida de tristeza—. ¡Lo siento mucho por lo que ella te hizo, querida! Es mi culpa, debería haberla criado mejor.

Mi corazón se salta algunos latidos mientras desdoblo el papel y leo las pocas líneas en él.

[“Mamá, estoy embarazada de Elijah, él nunca amó a Allaya, me ama a mí. Vendió su club y vamos a empezar una familia en Europa. No me busquen, no voy a volver. Dile a papá que desearía que me hubiera amado igual que ama a mi hermanastra, pero siempre fui la segunda. A veces, parecía que tú también la amabas más. ¡Adiós!”]

Suspiro, nunca imaginé que ella me tuviera celos. No tiene sentido, nunca encajé en ningún lugar y ella lo sabía.

Mi propia familia me abandonó cuando era un bebé. Mi padre me adoptó cuando tenía unos días de nacida, y me crió solo hasta que tenía 10 años, cuando conoció a una hermosa viuda amable, la madre de Elena. Desde entonces, los cuatro nos amamos como una verdadera familia, o eso pensaba yo.

Las acciones de Elena ya no deberían sorprenderme, los últimos días han sido como un rudo despertar. Mis amigos me revelaron todo tipo de hechos sobre trampas que ella me tendió en el pasado. También intentaron advertirme antes, pero nunca les escuché. Parece que siempre fallé en ver el tipo de persona que realmente era.

En cuanto a Elijah, descubrí que no era la primera vez que me engañaba. De hecho, se hacía pasar por el novio perfecto solo para quitarme la virginidad, y lo que me molesta es que casi se la di.

Dudo que se conforme con Elena, pero ya no tengo resentimientos, les deseo la vida que se merecen.

* * *

Doy el toque final a mi maquillaje y me miro de nuevo en el espejo de cuerpo entero, bajo la mirada aprobadora de mi compañera de cuarto, Alexis.

Llevo un top blanco y una falda negra que llega justo debajo de mi trasero, complementando tanto mi cintura delgada como mis largas piernas. Sí, me veo bien con este atuendo, mi confianza está restaurada.

—¡Gracias por convencerme de hacer esto!

—¡Chica, te ves como la comida favorita de todos! ¡Ese Landon Morgan del que me hablaste tendrá un mini infarto si te topas con él otra vez! Y créeme, deshacerte de tu astuta hermanastra y de tu exnovio infiel merece una celebración.

Mis labios se curvan en una sonrisa genuina, después de haber arrancado la mala hierba de mi vida, experimento una paz interior que no había sentido en lo que ahora parece una eternidad.

—¡Te ves aún más hermosa!

Alexis tiene el cabello rizado y rojo que le llega por debajo de los hombros, y un par de ojos color jade que pueden robar el corazón de un hombre en el acto, si no tiene cuidado.

Va al gimnasio cuatro veces a la semana y sigue una dieta completamente basada en plantas, lo que le da a su piel un brillo saludable especial. Somos de la misma altura, 1.65 metros.

Sí, es una belleza y estoy orgullosa de llamarla mi amiga.

—¡Oh, me haces sonrojar, cállate! —Se cubre la cara con las manos.

—¡Y no estoy pensando en ese Landon para nada! ¿Por qué dirías eso? —Me apresuro a negar, ¿por qué le conté todo sobre esa noche espantosa?

Cruza los brazos sobre su pecho. —Si no estás pensando en él, entonces estás pensando en el otro con novia, lo cual realmente no te recomiendo. ¡Ya probaste el dolor de la traición, así que deberías saber mejor que no debes hacer daño a otros!

Cierto. Duele admitirlo, pero tiene razón.

¿Por qué mi mente está atrapada en el hechizo de ese hombre absurdamente hermoso? ¿Y por qué mi traicionero cuerpo anhela su toque?

Trato de ignorar los hormigueos calientes y electrizantes que se forman en la parte baja de mi abdomen al recordar sus manos hábiles, su pecho duro como una roca, sus ojos hipnotizantes... ¡Argh!

«¡Despierta, Allaya! Concéntrate en Landon, ¡él fue tu caballero de brillante armadura! ¿O acaso tienes algo por los bastardos infieles?» me reprendo en silencio.

Otra amiga nuestra, Amiera, se une a nosotras y nos toma diez minutos en coche llegar al lugar exacto donde me arrancaron el corazón del pecho y lo apuñalaron con un millón de cuchillos hace solo una semana.

Si la razón detrás de elegir este club lleno de recuerdos terribles era la tonta esperanza de encontrarme con alguien en particular, eso quedaría como mi pequeño secreto.

La ansiedad recorre mis venas mientras entramos, pero desaparece en un par de minutos. Hay algo que no puedo explicar sobre los lugares ruidosos, siempre me hacen sentir tan viva. La voz en mi cabeza deja de burlarse de mí y puedo relajarme completamente, no considerarme al borde de la locura como lo hice en los últimos meses es un triunfo innegable.

Esta noche, más que nunca, quiero sumergirme en mi propio pequeño mundo, la pista de baile es la única opción para dejarme ser libre, solo quiero liberar toda la energía acumulada.

Sin embargo, esta noche es diferente, la atmósfera del club es ligeramente extraña, pero de una manera agradable, el aire está impregnado de una energía poderosa, puedo sentirla hasta en mis huesos. Escalofríos recorren mi columna en oleadas, haciendo que mi corazón lata con éxtasis en anticipación, si es que tiene algún sentido.

¿En anticipación de qué?

Debo haber perdido finalmente la cordura.

No obstante, hay algo que me molesta, siento como si alguien me estuviera observando, la creencia de que el hombre que es para mí está cerca consume mis pensamientos, de hecho, siento que está realmente cerca, cada célula de mi cuerpo anhela conocerlo, al indicado.

Sé que suena ridículo, por no mencionar, inverosímil.

Pero entonces, ¿por qué se siente tan real?

«¡Piensas demasiado, Allaya, solo baila, no dejes que tu mente te juegue malas pasadas!»

~~~ Hayden ~~~

No me gustan los clubes, pero he recorrido cada uno en la ciudad durante los últimos días, esperando encontrar a la mujer que captó mi atención la semana pasada. Fue inútil, no apareció. Creciendo impacientemente día a día, casi sentí la urgencia de empezar a buscarla en las calles.

No está en mi naturaleza rendirme, así que esta noche estoy en el nuevo club de mi primo, el mismo donde la conocí por primera vez.

Mis ojos escanean la multitud erráticamente, mi bestia está inquieta y está haciendo que mi impaciencia se dispare, lo siento hasta en los huesos.

Nunca me he transformado ni he comunicado con mi lobo, pero desde que vi a esa chica, él está inquieto por dentro. Casi puedo saborear su ansia de salir a la superficie y tomar el control.

Sin ningún aviso, su embriagador aroma golpea mis fosas nasales, lo inhalo como un hombre que se ahoga en busca de oxígeno. Es adictivo, como una maldita droga.

Busco en la sala con mis ojos, y de repente, el lugar se vuelve brumoso, y ella es la única luz que distingo en un espacio lleno de sombras, la única que brilla tan brillante como los diamantes.

¿Qué brujería es esta?

Cierro los ojos y los abro de nuevo, tratando de parpadear para alejar cualquier tipo de ilusión que se haya apoderado de mí. Todo vuelve a la normalidad.

Ella está bailando como si no le importara nada, su energía sexual se está esparciendo por todo el lugar.

¿Por qué lleva una falda tan corta? Todos los hombres la están mirando, su deseo lujurioso hace que este aire sea jodidamente difícil de respirar.

Cerrando los ojos, imagino desgarrar sus malditos cuerpos uno por uno, para hacer que esto se detenga. Solo imaginarlo es completamente satisfactorio, sonrío y luego sacudo la cabeza tratando de deshacerme de la imagen en mi mente.

La forma en que mueve su cuerpo seductor vuelve loco a todos, he querido sentirla tan desesperadamente, pero ahora solo quiero sacarla de aquí, la encerraría en mi habitación y la mantendría allí para siempre.

¿Podría realmente ser mi compañera?

He escuchado malditas historias de que algunos hombres lobo se imprimen en humanos, pero nunca antes creí que fueran reales. Las consideraba cuentos inventados porque si son verdad, realmente causaría problemas con mi estatus de Rey Alfa. No solo eso, también podría ser fatal.

Pronto lo sabré con certeza, mi cumpleaños número 21 es en dos semanas, pero ya sospecho que lo es, ya que apenas puedo controlar mi propio cuerpo.

—¿Qué pasa con esa mirada asesina? —Landon me da una mirada divertida.

—¿Qué? Nada. Estoy bien.

—Si tú lo dices.

¿Debería discutirlo con mi primo? Una segunda opinión sobre lo que estoy experimentando no haría daño.

Ni siquiera termino mi debate interno, él me da una palmada en el hombro y sonríe con malicia. —Tengo que irme. Allaya está aquí.

Antes de que tenga la oportunidad de responder, lo veo caminar hacia donde la chica que tiene a mi lobo encantado está bailando.

¡MALDITA SEA!