Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 52

LUNA

Rebekah, por otro lado, no parecía prestar atención a lo que estaba diciendo, seguía sollozando y susurrando cuánto lo sentía. Me rendí en mi intento de consolarla y la dejé desahogarse un rato antes de que finalmente se calmara.

—¿Entonces los guardias no te dieron el llavero? —pregunté. A...