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Capítulo cincuenta y dos: Ojalá desapareciera.

Maya

Había terminado de trabajar un poco antes de lo previsto, no mucho, solo veinte minutos, así que mi coche aún no estará aquí. Digo coche, pero en realidad es mi nuevo guardaespaldas quien viene a recogerme. Todavía no puedo creer que Conrad haya contratado a alguien. Tiene instrucciones estric...