Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ciento diecisiete: El vacío

Maya

Llegué al B&B hace un par de horas. Han sido casi veinticuatro horas de viaje, y fue difícil no pasarlas llorando. No quería molestar a la gente con mi tristeza ni hacer que nadie me hiciera preguntas. Desde que llegué a mi habitación, he compensado eso. He estado llorando sin parar. Hay una s...