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¡NO DEJARÉ QUE TE TENGA PRIMERO!

—¡Matteo! —gritó Isabella, apretando su mano en un fuerte puño al sentir la cabeza de su pene rozar sus húmedos pliegues. Estaba temblando de pánico. La primera vez dolió, así que estaba segura de que volvería a doler. Tenía mucho miedo de sentir su pene en su entrada de nuevo porque la primera vez ...