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¿DEBO PARAR, PRINCESA?

—Sí, princesa —fue la única palabra que salió de sus labios antes de inclinarse hacia adelante y reclamar sus labios en un beso profundo. Esta vez, se sintió más sensacional y atrevido. Mientras la besaba, sintió cómo su pene se endurecía y palpitaba.

Matteo cerró los ojos, sintiendo que era increí...