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QUIERO EL TRABAJO

Isabella lo miró a los ojos para comprobar si hablaba en serio, y efectivamente, lo hacía.

—No tienes opción. Si quieres el trabajo, cámbiate delante de mí —dijo Leonardo sensualmente, con sus ojos marrones brillando y llenos de picardía mientras le sonreía.

Isabella sintió sus pezones hormiguear ...