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Capítulo cuarenta y dos

Myra

Myra se movió en la cama para dejar que Sloan se acurrucara a su lado. Todo en la situación se sentía surrealista. Realmente extrañaba su cuerpo sólido y el calor que se acurrucaba en el suyo. Si esto era un sueño, no tenía intenciones de despertar jamás. Hundió su cabeza en su pecho, inha...