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34. Lo que es mío es tuyo

Jax

Podía ver cómo se torcía el rostro de Cora. No quería hablar de dinero. Sabía que para muchas personas, el dinero era un tema sensible. Pero no quería que ella luchara. No había razón para ello. Ella estaba unida a mí. Ahora éramos uno y lo seríamos en esta vida y en la próxima. Nuestras almas ...