Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO 86- EPÍLOGO

La noche del baile del solsticio de verano fue la noche en que me secuestró por primera vez... Pero ciertamente no fue la última vez.

—¿A dónde me llevas? —pregunto entre risas, tratando de no tropezar mientras me arrastran—. ¿Y realmente es necesario el vendaje en los ojos?

—Oh, sí que es neces...