Read with BonusRead with Bonus

115. Kaya

Kaya

Una vez que sentí que ya no podía llorar más, miré a Cade, quien parecía igual de abatido por nuestra inminente separación.

—Cade —le hablé a través del vínculo mental.

—¿Qué pasa, amor?

—También tienes que enviar lejos a aquellos que no tienen lobos. No pueden defenderse. Sin mencionar a l...