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Parte: 93 Probando sus límites

Al día siguiente, caminé hacia el balcón para desayunar con mi Maestro después de prepararme.

Sonreí al verlo arreglando el desayuno en la mesa.

¡Es tan dulce!

Cuando se sentó, corrí hacia él y me senté en su regazo antes de abrazarlo fuertemente.

—Te amo —confesé, mirándolo profundamente a los ...