Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO NOVENTA Y DOS

Rápidamente levanté a Lara y la llevé en brazos mientras salía apresuradamente del hospital. A mi lado estaba María, que respiraba con dificultad.

Unos minutos después, María, una inconsciente Lara y yo estábamos en mi Jeep negro, alejándonos. Al principio, ni siquiera sabía a dónde íbamos, pero lu...