Read with BonusRead with Bonus

21

Puñetazo...

Puñetazo...

Seguí dando golpes fuertes al saco.

Ese maldito bastardo había vuelto, lo sabía porque siempre he asignado a personas que vigilan su casa y me informan si la situación era algo grande.

Di otro golpe fuerte al saco.

No pudo ni siquiera proteger a su propia hija de mí... de...