Read with BonusRead with Bonus

18

Mi sangre palpitaba en mis venas cuando esa estúpida perra le golpeó con la pelota fuerte en el estómago.

Ella se desplomó por el dolor, mi cuerpo se tensó, mi mandíbula se apretó con una ira apenas contenida...

Seguramente le dejaría un moretón y ese hecho me enfurecía aún más...

Nadie más, solo...