Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 399 La respuesta es no

Elva sostenía con fuerza su osito de peluche. Lo miraba con ojos tristes.

—No entiendo, mami —dijo Elva—. ¿Por qué ahora odiamos a los osos?

Me agaché a su nivel. Sosteniendo sus hombros, le expliqué:

—No odiamos a los osos, cariño. Pero... podrían ser peligrosos ahora mismo. Están bastante gruño...