Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 20

—Mi... mi compañero—. Parecía vacilante al decirlo. No entendía, pero sus dedos ya acariciaban mi muslo, su aliento caliente en mi cuello. No podía pensar, olía tan bien. Subió su nariz hasta mi mandíbula, su lengua siguiéndola, gemí, la sensación empapó mis bragas y hizo que mi estómago se contraje...