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Capítulo 548: Otra idea terrible

La avalancha de objeciones que esperaba no llegó. No es que Mamá y la Abuela no lo intentaran.

Absolutamente no, jovencita.

Has perdido el juicio, chica.

Las quería tanto. Predecible. Pero ninguna sonaba convencida por su propia negación.

No podemos dejar la Puerta desprotegida, envié, tratando de s...