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CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO

Un terraza de tamaño moderado y forma cuadrada, con velas en cada esquina y la abuela encendiendo la última cuando llegué arriba, lo primero en lo que mis ojos se posaron fueron las violetas, alineando la barandilla de madera en todos los lados, eran violetas y amarillas, sus pétalos se cerraban por...