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CAPÍTULO TREINTA Y TRES

"Annah, ¿estás aquí afuera?", volvió a llamar la voz, John y yo exhalamos un suspiro de alivio, "es solo Lisa", susurré, gateamos hasta el borde del techo que daba a la casa y alcanzamos a ver la silueta de Lisa. Hice un sonido de psst, "Lisa, ¡aquí arriba!", susurré. Vi el brillo de los ojos de Lis...