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Toma lo que es mío

Una vez que termina su turno, clava sus garras en el suelo y emite un gruñido atroz que envía ondas de miedo a través de nuestros cuerpos como una onda expansiva, los renegados que trajo consigo ahora inclinan la cabeza.

Los renegados no responden a nadie, entonces, ¿por qué de repente le están obe...