Capítulo 3 Rouge Attack
Punto de vista de Wyatt
He estado tratando de contactar a mi primo, pero no me respondía. Me puse nervioso y aumenté mi ritmo. Logré convencer a mi mejor amigo Chase para que viniera conmigo.
Al principio estaba renuente, pero cuando le dije que su hermana estaba allá afuera y que ella era mía y de Noah, mi compañero, salió corriendo de su casa ya en forma de lobo. Su lobo marrón oscuro era casi tan grande como el mío y el de Noah.
Pero al ser mitad Alfa mitad Beta gracias a mi mamá y papá, yo era más grande que él. Mi madre, siendo la hermana menor del Alfa Dan, ayudó con mis genes, pero mi papá, siendo un Beta completo, me dio mi posición como futuro Beta de esta manada, y a mi primo como futuro Alfa.
Corriendo junto al arroyo con Chase a mi lado, ambos comenzamos a gruñir cuando vimos a Noah enfrentándose a al menos 12, tal vez 15, renegados.
Cuando uno se acercaba por detrás de él, me lancé y lo derribé. Intentó luchar contra mí, pero me puse de pie tan rápido como caí sobre él y mis mandíbulas se cerraron alrededor de su garganta. Sacudí mi cabeza violentamente, su sangre manchando mi pelaje gris oscuro y negro.
"Chase, busca a Clara. ¡Yo ayudaré a Noah!" le dije rápidamente a Chase mientras arrancaba la garganta del enemigo bajo de mí, dejándolo caer. Me di la vuelta rápidamente cuando percibí ese olor familiar a vainilla, la única diferencia es que olía mezclada con sangre.
"¿Clara? ¿Dónde estás?" grité a través del vínculo, pero no obtuve respuesta de ella. Corrí en la dirección hacia donde su olor me guiaba. Derribé a 4 renegados en mi carrera hacia ella.
El olor de su sangre se hacía más fuerte. Al detenerme, encontré uno de sus zapatos cubierto de sangre y, oliéndolo de nuevo para asegurarme de que no lo estaba imaginando, un gruñido se escapó de mí.
"¡Tienen ajenjo, y no puedo encontrar a Clara!" le dije a Noah, Chase y los otros 3 miembros de la manada que estaban con nosotros.
Siguiendo aún su olor, entré en un claro. La vi tendida en el suelo, su cabeza, hombro y pierna izquierda sangraban. Su rostro estaba pálido y sus ojos cerrados. Corrí hacia ella, el olor del veneno se hacía más fuerte, al igual que su sangre. Cambié a mi forma humana y coloqué mi cabeza en su pecho para ver si aún tenía pulso.
Afortunadamente lo tenía, pero era débil. "¡Noah, ve al claro AHORA!" grité a través del vínculo.
"Clara, vamos, despierta," le supliqué mientras le tocaba suavemente la cara. "Vamos, déjame ver esos hermosos ojos verdes tuyos."
"¿Wyatt, dónde estás?" gritó mi primo, "Aquí, ella no responde." Puse mis manos a los lados de su rostro, me incliné y coloqué mi frente contra la suya, rogándole que despertara.
Bajé mi cabeza y la apoyé nuevamente en su pecho, pero esta vez no escuché nada. "No, no, no,"
"¡Wyatt!" gritó mi primo, puse mis manos en el centro de su pecho y comencé con las compresiones torácicas. Fui contando mientras las hacía.
Levanté la vista cuando vi a Noah deslizarse por el otro lado de ella. "Su corazón se detuvo."
"Tú haz las compresiones y yo le daré respiración boca a boca," dijo Noah. Asentí y una vez llegué a 20, me detuve, él se inclinó y le dio dos grandes soplos de aire. Cuando terminó, volví a empezar, en el momento en que llegué a 9, escuché cómo se le rompían las costillas.
Al menos sé que lo estoy haciendo bien, pensé para mí mismo. "Creo que le dieron ajenjo," escuché a Noah murmurar mientras le giraba la cabeza hacia un lado. Vi un pequeño moratón morado en su cuello. ¿Se lo dieron en forma líquida?
"Eso no es bueno si le dieron ajenjo líquido, necesitamos llevarla de vuelta al médico de la manada para que se lo saquen," dije y me detuve, pero Noah negó con la cabeza, "No te detengas, eres el único manteniendo su corazón latiendo. Yo avisaré a los médicos y a sus padres que vengan aquí, también necesita sangre."
"Soy donante universal, puedes usarme cuando llegue el médico," escuché a un hombre detrás de mí exclamar. Miré por encima de mi hombro y vi que era Micah, nuestro Delta de nuestra franja de edad.
Volviendo a la tarea, continué bombeando la poca sangre que tenía en su cuerpo hacia su corazón.
Unos 20 minutos después, pude escuchar a la gente corriendo detrás de mí, me detuve repentinamente cuando escuché un gemido provenir de ella. Me incliné y coloqué mi cabeza en su pecho, suspiré aliviado al escuchar el débil latido de su corazón.
Vi cómo sus ojos intentaban abrirse pero fallaban. Clara levantó el brazo del otro lado de ella, donde estaba Noah, y él lo agarró con su mano mientras yo agarraba el que estaba a mi lado.
Esas chispas fueron un alivio para mí, significaba que aún se aferraba a la vida. "No debería haber corrido," la escuché susurrar. "Lo siento, te rechacé," dijo suavemente mientras su agarre en mi mano se aflojaba y mi corazón dio un vuelco.
"No, Clara, no te rindas. Estoy aquí, está bien, no estoy enojado contigo," dije mientras le suplicaba que se mantuviera despierta.