Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CINCUENTA» TRES

Elisabeth.

Suspiro cuando el coche se detiene frente al centro comercial y salimos, pero sigo mirando al conductor, que se acerca a nosotros.

—Puedes esperarnos aquí, volveremos enseguida —digo y él intenta negarse—. Será rápido.

Sergio deja escapar un suspiro y asiente.

—Sí, señora.

Rosa y yo ...