Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO TREINTA Y «CUATRO»

Elisabeth.

Salgo inmediatamente del jardín, sintiendo un fuerte dolor de cabeza. No puedo estar tan loca como para alucinar, eso no puede pasar, de ninguna manera. Entro rápidamente a la mansión y paso junto a Dylan, sin decir nada, y me topo con Jessica por no estar atenta.

—Chica, ¿a dónde vas c...