Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO TREINTA» DOS

Elisabeth.

—¡Vete al diablo, Alex, eres aburrido como el demonio! —Thomas habla, muy irritado con su hermano.

Llegamos al aeropuerto para nuestro viaje hace unas dos horas y de repente estos dos empezaron a pelear por algo que no tengo idea de qué es.

—Chicos, por el amor de Dios, dejen de pelear...