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Capítulo 508 Incluso si el mundo entero te abandona

El coche salió del hospital y se incorporó a la carretera asfaltada.

Los dedos de Daniel se aferraban al volante mientras la miraba, su voz cálida y su sonrisa radiante. —¿Todo arreglado?

Margaret asintió, sujetando su bolso con fuerza. Después de un momento, lo miró con gratitud: —Gracias, Sr. Ta...