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Capítulo 357: Estás jugando demasiado lejos

Margaret apretó más fuerte el vaso que sostenía. —¿No estás siempre atareado con el trabajo? ¿Ya terminaste todo?

Raymond se sorprendió por su repentino cambio de tema.

—Solo vete. No te preocupes por mí —dijo Margaret, con la mirada fija en el agua tibia del vaso. Había estado caliente hace unos ...