Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 232 Ni una sola llamada perdida

Raymond no tenía idea de que Margaret había estado allí, ya que estaba de espaldas a la puerta.

Tampoco vio venir el audaz movimiento de Sarah cuando lo besó. En un abrir y cerrar de ojos, el rostro de Raymond se oscureció. Empujó a Sarah, frunciendo el ceño.

—¿Olvidaste lo que te dije antes?

Ray...