Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 47 Si Leopold pudo hacerlo, ¿por qué no?

—¿En serio?

Sebastián asintió. —Sí.

Camila respiró hondo. —Gracias, me siento mucho mejor ahora.

Al verla relajarse, Sebastián también se tranquilizó un poco.

—¿Tienes hambre? Conozco un lugar increíble cerca de aquí.

Camila pensó por un segundo y asintió.

Sebastián no soportaba la comida pica...