Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 40 Aunque me lo rogaras, no volvería

Leopold estaba atónito.

—Tú...

Camilla recordó aquel día en la villa, sus ojos se abrieron de par en par con miedo.

—¡No te muevas! ¡Aléjate de mí!

—Camilla... —El corazón de Leopold se sentía como si se rompiera—. Ese día, yo...

—¡No! Solo vete, no hay nada más que decir.

—Camilla... —Los ojo...