Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 293 Nada se le escapa a los ojos

—¡No hace falta! —Camila se sentó directamente en la alfombra, cruzando las piernas—. Esto es perfecto.

La alfombra mullida era claramente cara—se podía notar con solo tocarla. Sentarse en ella no dolía en absoluto, y podía apoyar la espalda contra la cama.

Estaba pensando en lo perfecto que sería...