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Capítulo 350 Un dilema

La cautela en los ojos de Hazel era desgarradora, y su mano, que sujetaba con fuerza los fragmentos de vidrio, ya estaba sangrando.

—No, solo supe que estabas aquí, así que vine a ver cómo estabas.

Katniss levantó ambas manos.

—Vine bastante de repente, ni siquiera compré nada.

Después de mirarl...