Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 30 Ella ya había descansado

George frunció los labios, mirando a Tristan, quien estaba medio seco y mostrando su pecho esculpido con esa bata.

—Pensaba invitarla a cenar. Si no te importa acompañarnos, eres bienvenido.

Tristan arqueó una ceja.

—Ya hemos comido, y ella está dormida.

—¿Algo más? —El tono de Tristan parecía g...