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Capítulo 37 Una reunión inusual

Sin embargo, en el siguiente segundo, la voz helada de William hizo que Lucy sintiera como si hubiera caído en una bodega de hielo.

—Lucy, te dije que te fueras.

—¡Pero William! —Los ojos de Lucy se abrieron de par en par con incredulidad, y se mordió el labio—. ¡Aún no te he explicado la propuest...